martes, agosto 28, 2012

Pedradas es lo que necesita mi cabeza.

viernes, agosto 03, 2012

Ah, la modernidad...

LA DOLCE VIVA - Barbara L. Goldsmith, The New York Magazine, Abril de 1968

[...] En el nuevo estudio de Andy Warhol, "La Factoría", Viva se apoyaba en la blanca pared encolada, mientras su ensortijado cabello rubio refulgía bajo los focos. Su cara angulosa y su delgado cuerpo hacían pensar en las viejas fotografías sepia, halladas en el arcón de una buhardilla, de las actrices de los primeros años 30. Llevaba una chaqueta Edwardiana de terciopelo, una blusa blanca acolchada y afilados pantalones negros.
-¿Estoy bien? - preguntó a Paul Morrisey, director técnico de Warhol.
-Igual que una estrella - respondió él con solemnidad. El cine underground había surgido de los áticos del Village para afincarse en las salas elegantes de la parte alta de la ciudad.

La película (que duraba alrededor de 200 minutos) era una demostración de la fórmula cinematográfica de Warhol. Resultaba ser una mezcla de homosexualidad, conversaciones, violación, conversaciones, travestismo, conversaciones, incesto homosexual, conversaciones, masturbación, seducción heterosexual, palabras, palabras, palabras y una orgía. Viva, la única mujer de la película, se encargaba, con toda naturalidad, del sexo heterosexual y servía de blanco a la violación.
Durante la violación, Viva tocó con el codo a un amigo y observó:
-Durante esta escena había unos 40 niños mirando. Todos los estudiantes de arte de las universidades vecinas vinieron y trajeron a sus chicos. Yo grité: "Estos niños se van a escandalizar de una manera terrible". No me hubieras oído decir nada un minuto después -Viva se arqueó en un desorientado encogimiento de hombros-. Todos eran artistas y creyeron que se trataba de arte. [...]