jueves, octubre 01, 2009

Lo ficticio

Cientos de ríos que se ramifican alrededor de la vida, como los vasos que irrigan a la humanidad. Sienten y besan, y mueren y matan, y en su mentira crean verdad. Sé que puedo nombrarlos, pues son libros, música y pinturas, cine, pero estoy temblando de no poder tocarlos. ¿Qué es el amor? ¿Qué es eso que habla con voz de poeta y te arranca el alma de anhelos ficticios? Acaso sea una ilusión. Pero qué ilusión. La película sigue rodando mientras los créditos descienden y aún esa música te retiene en el cuento que no acaba de irse, en los sentimientos devueltos y en la certeza absoluta de no querer nada más. Luego, la eterna desdicha de haber encontrado la felicidad unos cuantos segundos. En lo ficticio.
Será que vivimos buscando lo ficticio. Pero ¿qué es real? Ya no lo sé. Un día te encuentras entre los recuerdos y el futuro, y ya hasta los recuerdos se vuelven mentirosos.
El fuego me abrasa las entrañas, y un día, y otro, y otro, y nada.

Seguramente el fuego no sea real, seguramente se habrá escapado de algún libro.

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