Apagan la luz a mi alrededor, y entonces el negro lo es todo, y sólo existen mis pensamientos, porque son transparentes. Me los imagino que nadan en esta oscuridad, tibia al cabo de unos segundos, cuando ya se han acostumbrado mis ojos a ver nada y mis pensamientos nadando, en negro, la nada.
Pienso que si me zambullo, como ahora, en una oscuridad inmensa, dejo de existir para ser todo yo pensamiento, y si toco una mesa no hago más que pensar una mesa con las manos.
domingo, febrero 20, 2011
martes, febrero 08, 2011
Es un pacto entre caballeros
En situación de media embriaguez no esperes a la musa, sólo aparta tus huesos de donde puedan pisarlos, calla, calla, y espera. De qué sirve hablar cuando sólo quieres hablar. De qué sirve pensar cuando sólo quieres pensar. No puedes ahora, y si levantas un poco los ojos del suelo todavía podrás comprobar cómo el mundo te espera. El mundo siempre espera a quien lo escruta silencioso. Él mismo me lo dijo. Es un pacto entre caballeros. Entonces, ahora sólo quédate quieto, hirviendo de fiebre en silencio, en secreto, y observa con los ojos muy abiertos al mundo cómo calla sin callar, cómo juzga y asalta soberano, cómo, también, te besa y te recita poemas con el viento, cómo, al fin, te mata sin contarte el final.
Es un pacto entre caballeros.
Es un pacto entre caballeros.
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