sábado, enero 03, 2015

Echar de menos un rincón extraño

Te echo de menos, blog. Hola.
Las otras putas que se ofrecen engañosamente a cuidarme las ideas acaban despidiendo siempre un tufillo a frivolidad que dejan al descubierto el vacío de sus cariños, lo impostado de sus caricias. El rápido olvido como rápido sea el descenso del cursor. Bah.
Tú disimulas mejor. A mí me reservas siempre la página entera. Guardas mis palabras. Las atesoras en este rincón extraño. Sé que no depende de ti, que sé que me quieres, sino de Blogger, nuestro amado y odiado proxeneta, que follaríamos y escupiríamos a partes iguales por habernos presentado y habernos esclavizado: tú de él, yo de ti.
Pero hablaba de que te añoraba. Sí. Porque algunas veces se me vuelven a dilatar las entretelas, y no hay quien escuche como tú.
Algún día te volveré a tratar como te mereces. Te lo juro. Déjame un tiempo que recabe ideas, que acabe la universidad. Entonces me volverás a tener.